El 22 de abril se celebra el Día de la Tierra
Las acciones y hábitos imprudentes del hombre están poniendo en serio peligro el planeta y, con él, nuestra propia supervivencia.
Por eso damos la bienvenida a un día como el Día de la Tierra, que pretende concienciar sobre lo que está ocurriendo, promoviendo estilos de vida y acciones más sostenibles medioambientalmente con el objetivo de proteger la Tierra.
Cada año, el 22 de abril, se celebra en 193 países el Día de la Tierra, el mayor acontecimiento medioambiental del mundo. Es una ocasión importante que nos recuerda cómo el planeta, por culpa nuestra, se ha vuelto especialmente frágil y qué podemos hacer para invertir la tendencia.
Historia del Día de la Tierra
El Día de la Tierra se celebró por primera vez en 1970 (este año es la 52ª edición). El día elegido es el 22 de abril, un mes y dos días después del equinoccio de primavera.
El objetivo de este día, celebrado cada año por las Naciones Unidas, fue desde el principio hacer hincapié en la creciente necesidad de conservar los recursos naturales de la Tierra. Sólo con el tiempo se ha convertido también en una oportunidad para educar e informar sobre cuestiones medioambientales.
De hecho, la posibilidad de establecer un día como éste ya se barajaba en 1962, cuando el senador estadounidense Gaylord Nelson puso en marcha una serie de conferencias sobre temas medioambientales, en las que también participó Robert Kennedy.
Ese mismo año se publicó el bestseller de Rachel Carson «Primavera silenciosa», un libro que supuso un punto de inflexión, ya que sensibilizó a la opinión pública sobre la preocupante situación medioambiental y los inextricables vínculos entre contaminación y salud pública.
Pero el punto de inflexión no llegó hasta 1969, tras el desastre medioambiental provocado por un vertido de petróleo del pozo Union Oi, frente a Santa Bárbara (California). En aquella ocasión, el senador Nelson hizo hincapié en que:
«Todas las personas, independientemente de su etnia, sexo, ingresos u origen geográfico, tienen derecho a un medio ambiente sano, equilibrado y sostenible».
Así fue como el 22 de abril de 1970, por invitación del propio senador, 20 millones de ciudadanos estadounidenses salieron a la calle para manifestarse en defensa de la Tierra.
Ya en aquella época había numerosos problemas medioambientales contra los que luchar:
- Contaminación por combustibles fósiles,
- Residuos tóxicos,
- Deforestación,
- Extinción de la fauna salvaje, etc.
Temas que se popularizaron y sobre los que las personas empezaron a hacerse más preguntas con el objetivo de encontrar soluciones.
Así nació el Día de la Tierra, que entonces se consideraba «una cuestión de supervivencia». Después de 51 años, sólo podemos ver que la situación ha empeorado y que queda mucho por hacer para salvar el planeta y a nosotros mismos.
En 1990, el Día de la Tierra se globalizó, movilizando a 200 millones de personas en 141 países y llevando las cuestiones medioambientales a la escena mundial. Esto dio un gran impulso a los esfuerzos de reciclaje en todo el mundo y allanó el camino para la Cumbre de la Tierra de la ONU de 1992 en Río de Janeiro.
Con el paso de los años, la participación en el Día de la Tierra ha crecido exponencialmente y muchas asociaciones, organizaciones, empresas, pero también ciudadanos a título individual, se comprometen cada vez más a garantizar que el futuro de la Tierra sea brillante y no catastrófico, como predicen diversos estudios científicos.
También nosotros, en SOS PLANETA, con los medios que tenemos, proporcionando información y sugiriendo acciones concretas que ayuden al Planeta, trabajamos cada día por el bien de la Tierra.
¿Por qué es importante celebrar el Día de la Tierra?
El cambio climático, la contaminación atmosférica, la deforestación, el consumo de la tierra, la extinción de especies vegetales y animales, y el agotamiento de los recursos naturales son sólo algunos de los graves problemas que hay que abordar ya.
Ciertamente, un día no puede ser suficiente, pero no deja de ser un comienzo, sobre todo si cada año, en esta misma ocasión, conseguimos concienciar a más personas de la importancia de invertir el rumbo, de adoptar un cambio que debe empezar, ante todo, por nuestra vida cotidiana, a través de pequeñas elecciones sólo aparentes, pero que en realidad pueden marcar la diferencia.
Para nosotros, el Día de la Tierra es cada día desde que, hace ya 13 años, contribuimos al cambio, convencidos de que la situación puede cambiar si cada uno de nosotros se compromete personalmente.
Por tanto, este día debe ser un incentivo para recordar el objetivo final, que debe alcanzarse gradualmente día a día:
Un mundo en el que las fuentes renovables sustituyan a los combustibles fósiles,
- Haya un consumo más sostenible
- No se utilicen más pesticidas tóxicos
- Haya equidad en la distribución de los recursos
- No se explote a los animales
- La agricultura intensiva no destruya los preciosos bosques ni las tierras indígenas.
Es sólo un día, es cierto, pero pone al planeta y sus necesidades en el centro por una vez.
Reflexionamos todos juntos, globalmente, sobre lo que está pasando, lo que hay que mejorar, y es una oportunidad para trabajar en la concienciación de las personas, que, en algunos casos, todavía no es suficiente.
El camino por recorrer, lo sabemos, es aún muy largo.
Pero no perdamos la esperanza y pongamos de nuestra parte, hoy y todos los días.