¿Cómo funciona la economía verde y por qué es importante?
El término economía verde está entrando oficialmente en el vocabulario común cuando se habla de sostenibilidad medioambiental y políticas energéticas.
Varias veces hemos abordado en nuestra revista digital, temas relacionados con la preservación de nuestro Planeta. Te hemos explicado con detalle los objetivos fijados para los estados europeos que se han adherido a la Agenda 2.030, como los daños causados por el calentamiento global y la posición de España dentro del proyecto de lucha contra el cambio climático.
En este artículo explicaremos en detalle el concepto de economía verde y su importancia en el panorama europeo para la protección del medio ambiente.
Economía verde: ¿Qué es?
Hoy en día existen varias definiciones de economía verde. Sin embargo, la oficialmente reconocida es la del PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Según esta autoridad mundial, el término economía verde se refiere a un modelo económico destinado a mejorar la equidad social y el bienestar de los seres humanos, reduciendo al mismo tiempo de forma significativa los riesgos medioambientales y la escasez ecológica.
La Comisión Europea define la economía verde en su Comunicación COM (2011) 363, de 20 de junio de 2011, en los siguientes términos:
“Una economía que genera crecimiento, crea empleo y elimina la pobreza invirtiendo en los recursos de capital natural de los que depende la supervivencia de nuestro planeta y salvaguardándolos.”
Los orígenes de la economía verde
Se empezó a hablar de economía verde en 1.989 en el Reino Unido, a raíz de un proyecto para definir sin ambigüedades el concepto de desarrollo sostenible.
Sin embargo, habría que esperar hasta 2.006 para una comprensión más moderna del término, precisamente cuando un estudio británico (el llamado Informe Stern) hizo hincapié en los daños causados por las emisiones de CO2 y en la importancia de limitar sus perjuicios y su impacto en la economía
Ese mismo año, el PNUMA publicó también un análisis de apoyo a las políticas en el que se esbozaban las inversiones verdes y sostenibles más importantes, pero no fue hasta el año siguiente (con el Global Green New Deal) cuando se identificaron:
- La recuperación económica
- La reducción de las emisiones nocivas a la atmósfera
- La lucha contra la pobreza
- La preservación del ecosistema como las piedras angulares que constituyen plenamente el concepto de economía verde.
Posteriormente, gracias a la propuesta de la Asamblea General en 2.010 y a la mención en Río 2.012, el concepto de economía verde adquirió relevancia internacional, convirtiéndose pronto en el centro de un debate europeo en el que se definieron objetivos y acciones concretas.
Al mismo tiempo, nacieron los Estados Generales de la Economía Verde, que desde 2.012 son el principal punto de referencia para el desarrollo de la economía verde en España.
Economía verde: cómo funciona
El bienestar dictado por el respeto del capital humano y social es la idea básica sobre la que se fundamenta el concepto y el funcionamiento de la economía verde.
El proceso, que debe iniciarse civil, empresarial e institucionalmente, prevé la aplicación de estrategias económicas innovadoras y sostenibles, en las que se haga hincapié en un nuevo modelo de desarrollo tanto desde el punto de vista cuantitativo como, sobre todo, cualitativo y de respeto del capital natural.
Para que la economía verde tenga éxito, es necesaria una sinergia entre ciudadanos e instituciones en su realización. Es esencial la aplicación de nuevas reformas más equilibradas de las políticas fiscales, una correcta valoración del capital natural, el fomento de la innovación y las tecnologías verdes y, por último, un uso consciente de los bienes y recursos naturales.
En otras palabras, se puede metaforizar el concepto de economía verde como el resultado de la intersección de tres macro áreas: medio ambiente, sociedad y economía, todas ellas basadas en la sostenibilidad.
La energía fotovoltaica como ejemplo innovador de economía verde
En la actualidad existen muchos ejemplos de economía verde en todo el mundo. El mejor y más extendido ejemplo de economía verde son las energías renovables.
Éstas, de hecho, apoyan el proceso de descarbonización para reducir la huella de carbono alimentando el proceso de producción de energía limpia que es buena para el medio ambiente a la vez que combate el calentamiento global.
En primer lugar, la energía solar es una de las fuentes de energía limpia más seguras y neutras en carbono de las que disponemos. Con un sistema fotovoltaico instalado en su tejado, tiene la posibilidad de autoabastecer su hogar sin emitir CO2 a la atmósfera, protegiendo así el medio ambiente.
Otros ejemplos virtuosos de economía verde proceden también de la eficiencia energética de los edificios, la reducción del reciclado de residuos, los planes de desarrollo urbano y la agricultura ecológica.
De hecho, incluso el sector empresarial se ha visto influido positivamente por los mecanismos de la economía verde: muchas empresas, de hecho, han revisado su modelo de negocio de acuerdo con criterios éticos verdes y sostenibles.