Estilo industrial, casi una filosofía o un desafío al tiempo, nacido en los años 50, donde artistas y creativos se pusieron manos a la obra en viejos almacenes para crear belleza.
Reforma de un hogar en estilo industrial y sostenible
Cuando se trata de reformar un hogar, el estilo industrial se ha vuelto cada vez más popular debido a su estética moderna y urbana. Sin embargo, en los tiempos actuales, la sostenibilidad también se ha convertido en una prioridad para muchos propietarios.
En este artículo, empresas de reformas integrales en Madrid, exploran la combinación de la reforma de un hogar en estilo industrial con prácticas sostenibles, creando un espacio funcional, estéticamente atractivo y respetuoso con el medio ambiente.
Elección de materiales sostenibles
Una de las formas más importantes de incorporar la sostenibilidad en una reforma de estilo industrial es mediante la elección de materiales eco-amigables. Optar por materiales reciclados, como suelos de madera recuperada o encimeras de hormigón reciclado, reduce la demanda de recursos naturales y la cantidad de residuos en los vertederos.
Además, se pueden utilizar pinturas y revestimientos ecológicos con bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) para mejorar la calidad del aire interior y minimizar el impacto ambiental.
Iluminación eficiente y natural
La iluminación desempeña un papel clave en el estilo industrial, y es posible lograrla de manera sostenible. En lugar de utilizar iluminación tradicional con bombillas incandescentes, se pueden emplear luces LED de bajo consumo energético.
Además, aprovechar al máximo la luz natural mediante la instalación de ventanas grandes o tragaluces puede reducir la necesidad de iluminación artificial durante el día. Esto no solo reduce el consumo de energía, sino que también crea una atmósfera más acogedora y saludable.
Eficiencia energética
La eficiencia energética es un aspecto clave en cualquier reforma de pisos sostenible. Al actualizar los sistemas de climatización, como calefacción y aire acondicionado, se pueden instalar modelos de alta eficiencia energética.
Asimismo, mejorar la aislación térmica de las paredes, techos y ventanas contribuye a mantener la temperatura interior de manera más estable, reduciendo la necesidad de utilizar sistemas de climatización con mayor frecuencia. Esto no solo disminuye el consumo de energía, sino que también genera ahorros a largo plazo en las facturas de servicios públicos.
Reutilización y reciclaje de materiales existentes
El estilo industrial se caracteriza por su aprecio por la rusticidad y la autenticidad, lo que ofrece oportunidades para reutilizar y reciclar materiales existentes en la reforma.
Por ejemplo, las antiguas vigas de madera o ladrillos pueden ser restauradas y utilizadas como elementos decorativos. Asimismo, los muebles y accesorios antiguos pueden ser restaurados o reinventados en lugar de ser reemplazados por nuevos, lo que reduce el desperdicio y aporta un encanto característico al diseño interior.
Uso de energías renovables
Para llevar la sostenibilidad a un nivel superior, se pueden considerar fuentes de energía renovable en la reforma. La instalación de paneles solares en el tejado puede proporcionar energía limpia y reducir la dependencia de la red eléctrica convencional.
Además, se pueden incorporar sistemas de recolección de agua de lluvia para utilizarla en el riego de jardines o en la limpieza, reduciendo así el consumo de agua potable.
En resumen, la reforma de un hogar en estilo industrial y sostenible es posible y altamente beneficioso. Al combinar la estética moderna y urbana del estilo industrial con prácticas sostenibles, se crea un espacio único que respeta el medio ambiente y mejora la calidad de vida de los habitantes.
La elección de materiales sostenibles, la iluminación eficiente, la eficiencia energética, la reutilización de materiales y el uso de energías renovables son solo algunas de las formas de lograr una reforma sostenible y estilística. Al hacerlo, no solo creamos un hogar hermoso, sino que también contribuimos a la preservación del planeta y establecemos un ejemplo positivo para las generaciones futuras.
Estilo industrial, cuando crear imperfección es belleza
Incluso el desorden puede tener reglas. Y cuando las tiene, puede crear composiciones maravillosas. Como diría hoy el filósofo Nietzsche: «Se necesita el caos en sí mismo para generar una estrella danzante». El estilo industrial parte de esta premisa. Y ahí reside su alma”.
Nacido en el Nueva York de los años 50, cuando se recuperaron almacenes en desuso y viejos trasteros para hacer viviendas de lujo, el estilo industrial se convirtió en toda una tendencia con la Factory de Andy Warhol, uno de los primeros lofts convertidos en casa-estudio, y se convirtió en lugar de encuentro para los artistas de la época, pero sobre todo en lugar creativo por excelencia en los años 60 en la Gran Manzana.
Recuperar y reutilizar lo que ya no se usa, para darle una nueva vida, pero dejándolo en su estado original. Este es el espíritu y el encanto vintage del estilo industrial. Sin filtros y algo irreverente, a este estilo le gusta mostrarse en sus imperfecciones naturales, como grietas, ondulaciones y arañazos, pero con gran elegancia. Y son precisamente éstas las que lo hacen único. Olvídese, en este estilo, de la palabra restauración.
Apuntar a un estilo industrial significa poder tener algo con gran carácter y versatilidad, que te permita mucho espacio en la decoración de tu hogar.
En el estilo industrial se aceptan bien los grandes contrastes, ya que se deja contaminar de buen grado por otros estilos, como el minimal, el art nouveau o el shabby chic, captando, para este último, sus aspectos más románticos.
El estilo industrial es un estilo que tiene el valor de desnudarse, porque es tan audaz como los colores que más lo evocan y tan fuerte como los materiales que lo representan a la perfección.
Para explorar la belleza de sus orígenes, hay que empezar por sus cimientos:
- Los colores del estilo industrial
- Materiales y mobiliario utilizados en el estilo industrial
Los colores utilizados en el estilo industrial
Los colores del estilo industrial giran en torno a tonos de metal, óxido, hormigón, madera y ladrillo. Esto significa que para alfombras, cortinas, sofás y lámparas estos serán los colores dominantes.
Tonos tan neutros pero sombríos como el gris, el negro, el metalizado y el café, perfectos cuando se combinan con maderas naturales y crudas. El gris es sin duda uno de los colores protagonistas de este estilo, precisamente porque recuerda al material metálico y, por tanto, al mobiliario industrial. El gris puede combinarse con el beige, el negro y el blanco.
El color de las paredes siempre tiende a ser beige o gris, a menos que se utilice un hermoso papel pintado moderno, cuyo patrón, la mayoría de las veces, tiende a evocar uno de los entornos industriales clásicos, como paredes de hormigón o ladrillos a la vista.
Materiales y mobiliario utilizados en el estilo industrial
En los muebles de estilo industrial, de líneas sobrias y esenciales, no sólo es posible la mezcla de estilos, sino también el encuentro de materiales totalmente diferentes, como el acero con la madera, el cuero con la piel y el óxido con el plástico.
Los materiales más utilizados en este estilo son los de derivación industrial, por lo que son muy duraderos. Materiales ferrosos, pero también madera, cuero, acero, cobre y metal.
En los muebles de estilo industrial se hace mucho hincapié no sólo en los elementos estructurales, como vigas, tuberías y ladrillos, sino también en los tornillos, las soldaduras del metal, los arañazos, el óxido y las imperfecciones de la pintura. Ningún defecto escapa a la corrección por accidente, sino que se deja a la vista, como si formara parte de una gran obra de arte.
A menudo protagonista de grandes espacios, similares a aquellos en los que nació, el estilo industrial acoge todas las formas de expresión artística. En ese gran desorden organizado, cualquier detalle tiene sentido. Incluso un bonito radiador de diseño puede quedar bien en un ambiente así.
El mobiliario de estilo industrial también se caracteriza por muebles visualmente llamativos, como: placas americanas desgastadas y usadas, relojes de estación, ruedas vintage de hierro o de color óxido, bicicletas colgadas de las paredes, lámparas trípode, lámparas colgantes, taburetes y estanterías de metal y mesas de centro de hierro forjado. Es un estilo crudo y desnudo que sabe amarse u odiarse desde el primer encuentro.
